martes, 19 de abril de 2011

Trastornos alimenticios

Se denominan Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) o Desórdenes Alimenticios a un grupo de enfermedades caracterizadas por conductas anormales que ocurren en respuesta a ideas de tipo obsesivo (ideas permanentes que la persona no puede controlar y que le generan gran angustia) respecto al peso, la figura y la alimentación.


Estas conductas alimenticias anormales son adaptadas por las personas que sufren un trastorno, con el fin de sentir sensación de “control” sobre su peso y figura.
Sin embargo, esta sensación de control nunca llega a pesar de los cambios evidentes que ocurren en el peso, de manera que estos patrones se convierten en hábitos que traen como consecuencia deterioro físico importante o incluso la muerte.


Un cambio en los patrones de la alimentación pueden ser causados por otros desordenes mentales (ej. depresión clínica ), o por factores que son generalmente considerados no relacionados con lo mental.
Algunos piensan que los patrones de desórdenes alimenticios que no son el resultado de algo alimenticio específico son menos serios que los síntomas de desórdenes del tipo anorexia . Otros notan que los casos individuales de estos desórdenes alimenticios pueden involucrar serios problemas con la comida y con la imagen corporal. Adicionalmente, ciertos tipos de desórdenes alimenticios pueden incluir síntomas de ambos casos clásicos de anorexia y de bulimia, haciendo a los desórdenes alimenticios tan peligrosos como a los desórdenes regulares.


ANOREXIA NERVIOSA:


Consiste en una alteración grave de la percepción de la propia imagen, con un temor morboso a la obesidad, lo que condiciona una alteración.
Las principales características de la anorexia nerviosa son el rechazo a mantener un peso corporal mínimo, un miedo intenso a ganar peso y una alteración significativa de la percepción del cuerpo. 
Generalmente la pérdida de peso se consigue mediante una disminución de la ingesta total de alimentos. Aunque los anoréxicos empiezan por excluir de su dieta todos los alimentos con alto contenido calórico, la mayoría acaba con una dieta muy restringida, limitada a unos pocos alimentos. Existen otras formas de perder peso, como la utilización de purgas, vómitos provocados o ejercicio físico excesivo.
En la anorexia nerviosa se distinguen dos subtipos:
  • el tipo restrictivo
  • el compulsivo purgativo.
El primero describe cuadros clínicos en los que la pérdida de peso se consigue con dieta o ejercicio intenso, mientras que el segundo se utiliza para identificar al individuo que recurre regularmente a atracones o purgas.

SINTOMAS:

El diagnóstico de la anorexia se basa no sólo en la ausencia de un origen orgánico definido, sino en la presencia de ciertas características. En este sentido conviene recordar los criterios considerados por la Sociedad Americana de Psiquiatría para el diagnóstico de la anorexia psíquica:
  1. Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo normal para la edad y talla.
  2. Miedo intenso al aumento de peso o a ser obeso incluso con peso inferior al normal.
  3. Distorsión de la apreciación del peso, el tamaño o la forma del propio cuerpo.
  4. En las mujeres, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos en el plazo previsto (amenorrea primaria o secundaria).
TRATAMIENTO:

El impacto sociológico de la anorexia nerviosa es marcado y repercute en la identidad del adulto joven. El narcisismo individual y social está en juego.
El diagnóstico, como se ha visto, no es difícil. Lo realmente difícil es el tratamiento, dadas las implicaciones individuales, familiares y sociales del síndrome. Se han ensayado muchos tratamientos en los pacientes anoréxicos: psicoterapia, terapia comportamental, medicamentosa, hiperalimentación, terapia familiar, etc.
Los objetivos más importantes del tratamiento son la corrección de la malnutrición y la resolución de las disfunciones psíquicas del paciente y su familia. El fracaso en la solución de estos problemas a corto y largo plazo puede abocar al fallo terapéutico.
Normalmente, dadas las dificultades que se plantean, se aconseja el aislamiento familiar.
Se debe consultar con una persona experta y profesional para que dirija y oriente el tratamiento.

BULIMIA NERVIOSA:

La bulimia nerviosa, también llamada simplemente bulimia, es un desorden de comer que se caracteriza por episodios de comer excesivamente y después intentar compensar por métodos inapropiados para controlar el peso (ej. con vómitos). Los métodos inapropiados incluyen vómitos, estar en ayunas, los enemas, el uso excesivo de laxantes y diuréticos, o hacer ejercicio compulsivamente. Atiborrarse es cuando un individuo come una cantidad de comida mucho mayor de lo que comería la mayoría de la gente en una situación parecida.
La bulimia tiende a desarrollarse durante la niñez o la adolescencia. Afecta a las mujeres más que a los hombres. Las personas con bulimia muchas veces mantienen estos comportamientos en secreto, sintiéndose asqueados y avergonzados cuando se atiborran, pero luego aliviados cuando se purgan. Las personas con bulimia normalmente pesan dentro del rango normal para su edad y su altura. Sin embargo, a veces tienen miedo a aumentar de peso, tienen ganas de perderlo, o pueden sentirse totalmente insatisfechos con sus cuerpos.
SINTOMAS
·        Comer descontroladamente y atiborrarse, para luego prugarse
·        Vomitar o abusar de los laxantes para perder peso
·        Usar el baño frecuentemente después de las comidas
·        Hacer ejercicio excesivamente
·        Preocupación por el propio peso
·        Problemas con la dentadura
·        Dolores de garganta
·        Depresiones o cambios de humor
·        Sentirse fuera de control
·        Ganglios hinchados en el cuello y en la cara
·        Reflujo, indigestión, hinchamiento
·        Menstruaciones irregulares
·        Debilidad, fatiga, y ojos rojos e inflamados

TRATAMIENTO:

Para tratar la bulimia, hay que considerar las necesidades físicas y psicológicas de la persona. El tratamiento puede incluir terapia psicológica y medicamentos como los antidepresivos. En muchos casos, el tratamiento será administrado por un equipo de profesionales de medicina interna, la nutrición, y la salud mental para evaluar la severidad de los síntomas y para recetar y cuidar al paciente. El resultado ideal del tratamiento es restablecer la salud física y la manera normal de comer.



























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